Hace tiempo os hablábamos sobre los miedos infantiles y su evolución según la edad.
Hoy os traemos un artículo muy interesante ya que vemos muchas dudas en las familias a las que atendemos, con preguntas como: “¿Por qué mi hijo tiene miedo?”, “¿Qué he hecho mal para que no esté tranquilo?”
A continuación os dejamos una lista de factores que explican la aparición o persistencia del miedo:
1º Preparatoriedad:
Debido a la evolución de la especia humana, los niños están preparados para coger miedo a determinados objetos como serpientes… y no a otros elementos como, los enchufes, aparatos electrónicos, redes sociales…
2º Vulnerabilidad biológica:
Los niños que poseen reacciones psicofisiológicas de defensa se disparan rápidamente, alcanzando niveles altos que cuesta normalizarse, están predispuestos a coger miedo, ya que, en ocasiones, están en continua alerta para identificar situaciones temidas y no poseen estrategias de control de la ansiedad o afrontamiento al miedo.
También influye el estado general del organismo, es decir, si está muy cansado, malito, con molestas… resiste menos las impresiones. En condiciones adversas, pequeños sustos tienen gran repercusión.
3º Vulnerabilidad psicológica:
La falta de recursos para afrontar situaciones estresantes o atemorizadoras, ocasiona que tenga más probabilidad de reaccionar con miedo.
4º Historia personal:
El miedo también depende de nuestras experiencias ante una misma situación en el pasado. Por ejemplo, el miedo al fracaso ante los exámenes finales es mayor en un escolar que lo ha pasado mal en cursos anteriores que en un alumno brillante que disfruta del colegio.
5º Experiencias negativas:
El modo o mecanismo para la adquisición de miedos, es sufrir una intensa experiencia negativa, un susto muy grande, como una separación traumática de la madre, o varias experiencias negativas menos fuertes, como fracasos repetidos ante los exámenes…
6º Observación:
Una vía muy potente que conduce al miedo, es presenciar, en la vida real o en la televisión, cine… a otras personas asustándose o viviendo acontecimientos traumáticos o aversivos en situaciones concretas. Por ejemplo, un hermano con fobia a la oscuridad.
7º Transmisión de información:
Mensajes, historias, cuentos… de contenido atemorizante, pueden desencadenar también reacciones de temor.
8º Ventajas del miedo:
Los beneficios de las reacciones de temor, positivos, como la atención especial y negativos como, el alivio del malestar, contribuyen a que el miedo persista y resulte difícil eliminar.
BIBLIOGRAFÍA:
American Psychiatric Association (2015). Joshua D. Wondra and Phoebe C. Ellsworth. An Appraisal Theory of Empathy and Other Vicarious Emotional Experiences. University of Michigan
Mireia Orgilés 82014). Tratando la fobia a la oscuridad. (Recursos terapeúticos). Ed: Pirámide.
Francisco Xavier Méndez (2003). El niño miedoso. (Guía para padres). Ed: Pirámide