Los miedos evolutivos son normales en el desarrollo de los niños.
Los temores varían según el niño y las situaciones a las que estén expuestos. La mayor parte de los miedos son universales
Miedo en los niños en las diferentes edades
Miedo en niños de 0 a 6 meses
Ruidos fuertes, pérdida súbita de apoyo y soporte.
Miedo en niños de 7 a 12 meses
Miedo a extraños, personas desconocidas, a la separación de los padres, objetos e imágenes que aparecen sin previo aviso.
Miedo en niños de 1 año Personas extrañas, separación de la padres, Temen daño físico y heridas.
Miedo en niños de 2 años Ruidos fuertes, animales, separación de los padres o figuras de apego. También comienza el temor a la oscuridad.
Miedo en niños de 3 años. Gente disfrazada, máscaras, oscuridad. Se mantienen el miedo a los animales y la ausencia de padres.
Miedo en niños de 4 años Oscuridad, separación de los padres, sonidos fuertes, oscuridad, animales. Además, empiezan a asustarse con los fenómenos naturales (tormentas, viento fuerte…).
Miedo en niños de 5 años Lesiones corporales, ruidos, oscuridad, separación de los padres, animales.
Miedo en niños de 6 años Oscuridad, seres sobrenaturales/malvados (brujas, ladrones, fantasmas), lesiones corporales, separación de los padres, sonidos fuertes. Comienza la preocupación por las enfermedades.
Miedo en niños de 7 a 8 años Estar solo, seres sobrenaturales, oscuridad, daño físico, hacer el ridículo (Especialmente a nivel escolar, cualidades deportivas), personajes de miedo.
Miedo en niños de 9 a 12 años Lesiones corporales, aspecto físico, Fracaso escolar (suspender un examen, aceptación por parte de los iguales, tormentas, oscuridad y aparece, por primera vez, el miedo a la muerte y a las enfermedades.
Miedo en niños de 12 a 18 años Temores relacionados con la autoestima personal: capacidad intelectual, aspecto físico, miedo al fracaso y con las relaciones sociales
El desarrollo evolutivo marca la normalidad en la evolución de los niños.
Si tu hijo presenta estos miedos en edades diferentes a las marcadas y le notas inseguro,
inestable o infeliz, ponte en contacto con un especialista para ayudar a tu hijo.